La segunda parte del libro comienza con una "enfermedad" en la familia. Después de Matilda intenta ahogarse en el río y Ernesto la salva, es obvio que ella está embarazada de su hijo. Cesar pide un curandero para venir a la granja, doña Amanita. Se trata de un narrador muy singular porque a través de su punto de vista, se podía ver que ella también sabía que Matilda no estaba enfermo y que estaba embarazada, pero ella persistió en mantener el secreto de Matilda. Después de todo esto, el personaje de Ernesto empieza a salir de su caparazón. Una vez que una persona muy dulce y educado, ahora vemos sus demonios y cómo pesan sobre él.
A lo largo del resto de la novela, que vemos de muchos narradores diferentes; Cesar, Felipe, Zoraida, Ernesto y más cerca del final de la novela, volvemos al punto de vista de la niña de 7 años. Desde Zoraida y sus hijos se reunieron con el sacerdote, el personaje de la niña cambió dramáticamente. El sacerdote, en mi opinión, es el más nivel, encabezada y persona realista en todo este libro. Él hace un punto muy válido; cuestiona la pena en hacer sacrificios por la gente codiciosa que no creen en el catolicismo, y sólo necesita a Dios cuando se enfrentan por el mal causado por sus propias acciones: "Para llevar a cabo uno mismo luchando contra el terror de esta persecución inicua y sin sentido sólo de modo que los hijos de este montón de perdición, los queridos hijos, deberán llegar a ser exactamente como sus padres? ". Básicamente, sus esfuerzos son inútiles y sólo serán una venda para una herida abierta que crecerá y se propaguen en algo mucho peor.
Otra parte interesante de este libro es de la religión. Zoraida está desesperado por salvar a su hijo Mario, que está afectado por una enfermedad extraña. Desde que se introdujo a la religión durante las clases de catecismo, los dos niños aprenden solamente sobre el infierno; el infierno es un lugar de fuego, los demonios, y los niños se portan mal donde ir. Para mí, esto suena como una canción de cuna o una historia de miedo que pinta un cuadro patético y animada de la religión. Con el fin de salvar a Mario a través de la gracia de Dios en su primera comunión, estas clases de catecismo hacen lo contrario. Su maestro no enseña religión, que está dictando con el propósito de conseguir que Mario esta primera comunión tan rápido como sea posible, dejando a los niños confundidos e imparcial, solidificando su creencia en el desa de siete cuerdas que se introdujeron en un miedo historia. Se comportan muy mal y con rebeldía, casi como si de ser introducido al infierno ha ensuciado su inocencia, de influir en ellos en portan mal. Una historia de miedo que se les dijo sobre el diablo con siete cuerdas, Catashana, los tiene miedo de asistir a su primera comunión, por lo que empiezan a missbehave más aún, y robar la llave de la capilla. Este acto pesa en ambos de los niños, hasta el punto donde Mario se pone muy enferma y muere. La chica camada culpa de la muerte de Mario sobre su mal comportamiento y ahora teme que el sacerdote y que Dios castigará a ella y Catashana será llevársela. Pero ella no puede dar la llave de vuelta porque nadie va a salvarla de Catashana, ni siquiera su madre porque ella sólo le ahorrará Mario porque es el niño chico. Esta última parte es muy fuerte.
2 comments:
Sí, el tema de religión es interesante en este parte final del libro. Hay aspectos de religión que son para igualar todos los gentes (blancas y indígenas) paro hay algunos instances en que el religión es usado para dar autoridad a los blancos para reinar sobre los indígenas.
Sí estoy de acuerdo con el hecho que hay muchas puntos de vistas como César, Zoraida, Felipe, Ernesto etc y todavía es difícil decir quién es el verdadero protagonista de la historia. También, sí, religión y catolicismo son muy importantes durante esta parte de la novela.
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